viernes, 27 de diciembre de 2013

STOLLEN, para Bake the World


La última propuesta de Bake the World para este 2013 que toca a su fin nos lleva a Alemania. Se trata de un pan dulce, muy típico de estas fechas navideñas y con una larga tradición en la cocina de ese país: Stollen o Christstollen.

Este pan dulce, que suele servirse como postre, tiene una forma un tanto peculiar: lleva un pliegue (se nota más cuando la masa todavía no se ha horneado) a lo largo y es ligeramente más plano que un pan normal. Además, su superficie se espolvorea con abundante azúcar glass. La razón de todo ello es que esa forma "recuerda" (vagamente diríamos nosotras) a un niño recién nacido envuelto en pañales (el azúcar glass desempeñaría ese papel...). Es decir, al Niño Jesús.


La primera mención de este dulce en un documento data del año 1329, como regalo de Navidad a un obispo. Las masas de estos primeros Stollen sólo se podían elaborar con ingredientes sencillos (agua, avena...), ya que durante el ayuno del Adviento, las tradiciones católicas no permitían comer leche o mantequilla.

Después de que la nobleza alemana solicitase en varias ocasiones la inclusión de mantequilla en la receta del Stollen, fue el Papa Inocencio VIII quien en 1491 escribió una carta permitiendo su uso: la denominada "carta de mantequilla". Aunque, al principio, sólo los nobles podían comer este postre, con el tiempo su consumo se extendió por toda la población.

Con el tiempo, también se fue enriqueciendo con otros ingredientes: frutos secos, almendras, fruta confitada, etc.

Aunque se elabora en muchas zonas de Alemania, y con nombres diversos, su origen está en Dresde: sólo los que se elaboran aquí tienen denominación de origen. Así se protegen las recetas de casi 150 pasteleros de esa ciudad y se garantiza al consumidor la originalidad del producto.


Para elaborarlo, nos hemos basado (con alguna variación) en la receta del blog "La Cucharina Mágica". Para las que somos todavía algo inexpertas con las masas y los levados y necesitamos recetas no demasiado complicadas, la propuesta de Noelia nos parecía de las más indicadas por su sencilla y clara explicación.

Sin más preámbulos, vamos con la receta.

INGREDIENTES

- 500 gr. de harina de fuerza
- 2 sobres de levadura seca de panadero
- 175 gr. de mantequilla
- 50 gr. de azúcar
- 2 huevos
- 1 yogur griego sin azúcar
- 125 gr. de almendras fileteadas
- 100 gr. de cada una de estas frutas secas: pasas, arándanos y cerezas
- 1 cucharada sopera de ron
- 2 cucharadas de zumo de limón
- nuez moscada, cardamomo...
- piel de limón confitada
- azúcar glass y mantequilla para pincelar la superficie


ELABORACIÓN:

En primer lugar, confitamos las pieles del limón; podéis ver cómo se hace aquí.

En un bol grande ponemos 3/4 de la harina y añadimos la levadura, el azúcar, la nuez moscada, el cardamomo, el ron, el zumo de limón y los huevos. Lo mezclamos todo bien.

A continuación, añadimos la mantequilla ablandada y el yogur. Seguimos mezclando y añadiendo el otro 1/4 de harina: vamos incorporándola poco a poco hasta que consigamos una bola homogénea; puede que necesitemos toda esa harina o puede que nos sobre. Una vez hecha la bola de masa, dejamos reposar tapada como una hora para que leve.


Pasado ese tiempo, colocamos la masa sobre la encimera y la extendemos un poco con las manos o con un rodillo: no hace falta estirarla mucho, debe quedar un grosor de unos 2 cm. Vamos echando las almendras, las pasas, arándanos, cerezas y la piel de limón confitada.

Amasamos de nuevo hasta conseguir que todo se integre bien. Le damos forma alargada y hacemos una especie de pliegue (como se ve en la segunda foto). Ponemos el Stollen sobre papel de horno, en una bandeja, y dejamos que repose otra media hora.

Precalentamos el horno a 200º y bajamos a 180º en cuanto metamos la bandeja con el Stollen.


Horneamos durante unos 50 minutos o una hora: cuando veamos que la superficie está dorada, lo sacamos. Si veis que el pan no está hecho porque la brocheta no sale seca del todo y por encima está ya dorado, ponéis papel de aluminio cubriéndolo.

Recordad lo que decimos siempre: cada uno conoce su horno y sabe en qué momento tiene que sacar la bandeja...

Dejamos que se entibie. A continuación, derretimos un poco de mantequilla y pincelamos la superficie. Seguidamente, espolvoreamos abundantemente con azúcar glass.


Lo sorprendente de este pan dulce es que, por lo visto, debe reposar 3 semanas en sitio fresco para que las frutas desprendan todo su aroma y den el sabor característico al Stollen.

Nosotras, desde luego, no lo hemos dejado tanto. Pero podemos decir que, con el paso de los días, va adquiriendo un sabor más intenso y aromático, muy rico.

Con una taza de chocolate y en estos fríos días de invierno, resulta verdaderamente reconfortante. 

Que lo disfrutéis y hasta la próxima receta que publicaremos el 8 de Enero.

Os deseamos a todos 

                                     ¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!

lunes, 16 de diciembre de 2013

TARTA DORADA DE FRUTAS


La receta de hoy es una versión de una tarta de Nigella Lawson, la "Golden Fruit Cake", que encontramos en el libro "Nigella Christmas".

Se trata de un pastel denso, especiado y húmedo. Pero sin la sensación de "pesadez" de otras tartas con el mismo tipo de ingredientes. No lleva ni gota de harina y, en realidad, su principal ingrediente es la fruta, como su propio nombre indica. Por lo tanto, estamos ante una tarta libre de gluten, por lo que los que sufren intolerancia a esta proteína la pueden degustar tranquilamente.


Como podéis ver en las fotos, es un pastel absolutamente rústico (sabéis de nuestra afición por lo rústico e "imperfecto") pero que supone un bocado delicioso en nuestra mesa durante las fiestas navideñas.

Y tiene además otra ventaja: se conserva durante mucho tiempo e incluso su aroma y sabor se van intensificando conforme pasan los días. Y otra ventaja: es tremendamente fácil de hacer: mezclar ingredientes, hornear y poco más.


Uno de los ingredientes responsables de ese aroma y sabor, entre otros, es la mermelada de jengibre: le aporta un frescor y un aroma inimitables.

Lleva también peras confitadas, orejones, pasas, almendras, cardamomo..., una colección de frutos secos y especias que hacen de esta tarta un postre (o una merienda incluso) delicioso.

Nuestra versión no lleva cilantro, que sí aparece en la receta original. Y hemos dividido por la mitad los ingredientes porque si no, nos hubiese salido una tarta enorme...


Vamos con los ingredientes y el modo de hacerla.

INGREDIENTES:

- 160 gr. de peras confitadas (secas, en la receta original: no encontramos)
- 125 gr. de orejones de albaricoque
- 125 gr. de pasas sultanas
- 85 gr. de mantequilla
- 70 gr. de azúcar
- 60 ml. de ron
- 100 gr. de mermelada de jengibre
- 115 gr. de almendra molida
- 20 gr. de semillas de sésamo y girasol
- 1/2 cucharadita de cardamomo en polvo
- 2 huevos
- almendras enteras sin piel para decorar


ELABORACIÓN:

Cortamos en trozos pequeños las peras y los orejones de albaricoque y los ponemos en un cazo con las pasas, la mantequilla derretida, el azúcar, el ron y la mermelada de jengibre. Ponemos a hervir todo a fuego lento durante 10 minutos y dejamos que repose una media hora hasta que pierda temperatura.

Precalentamos el horno a 160º.  Mientras, cubrimos un molde redondo (el nuestro de 22 cm.) con papel de horno, procurando que sobresalga por los bordes (ésto facilita el desmoldado).

Mezclamos la almendra molida, las semillas y el cardamomo y echamos todo al cazo donde reposa la fruta. Batimos los dos huevos y los añadimos también.


Vertemos la mezcla en el molde, alisamos con una espátula la superficie y adornamos con las almendras enteras, más o menos, como veis en las fotos.

Horneamos durante 1 hora aproximadamente, o hasta que la aguja que insertemos en el centro salga seca.

Sacamos del horno y dejamos enfriar completamente en el molde. Una vez frío, lo sacamos con ayuda del papel y lo depositamos en el plato de servir.

Esperamos que os guste.


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Queremos comunicaros que, a partir de hoy, estaremos de vacaciones unos días: son fechas muy señaladas, muy familiares y con mucha "tarea" que hacer. Y no íbamos a disponer del tiempo suficiente para dedicarnos al blog. Así que vamos a estar un poquito "desconectadas": únicamente publicaremos el día 27 (y será una entrada programada), día del reto de "Bake the World", que no queríamos perdernos...

Volveremos a partir del día 8 de Enero, seguro que con fuerzas renovadas.

Os deseamos a todos unas Felices Fiestas y que disfrutéis de estos días en compañía de la familia, los amigos y las personas que queréis.

                                   ¡FELIZ NAVIDAD!




lunes, 9 de diciembre de 2013

POLVORONES Y BOMBONES PARA NAVIDAD


Los polvorones, junto con el turrón, son de los dulces más consumidos en estas fechas navideñas.
Cuando visitamos a la familia, encontramos sobre la mesa bandejas con polvorones, turrones, mazapanes, bombones..., pero ante todo, el humilde polvorón.

Los primeros polvorones, los sitúa la historia sobre el siglo XVI, en Andalucía.


Son elaborados con harina tostada, manteca de cerdo y azúcar formando una pasta más o menos compacta que se deshace en la boca como si fuera polvo, de ahí que se les llame así.

La receta de este producto típicamente navideño que os traemos es del blog webos fritos, blog que ha sido un referente para nosotras, destacando la fácil elaboración de todas las recetas que Su publica, una maravilla.

Nosotras hemos suprimido de la receta original el anís y la canela, por imperativo de las peques de la familia.

Vamos pues con la receta.

INGREDIENTES: (15 polvorones)

- 350 gr. harina de repostería
- 40 gr. almendra molida
- 80 gr. azúcar glass
- 110 gr. de manteca de cerdo ibérica
- azúcar glass para espolvorear


ELABORACIÓN:

El día anterior a la preparación de los polvorones, ponemos la harina tamizada y la almendra en una bandeja de horno que introducimos en el horno a 130º C durante 30 minutos, calor arriba y abajo.
Movemos la mezcla, de vez en cuando, y sacamos, dejando reposar hasta el día siguiente.

En un bol, formamos un volcán con la harina y la almendra ya tostadas, junto con el resto de los ingredientes, y vamos mezclando con las manos,  hasta formar una bola que metemos envuelta en film en el frigorífico durante 30 minutos.

Una vez transcurrido este tiempo, aplastamos la masa un poco con las manos, dejándole un grosor de 2 cm. aproximadamente. Pasamos el rodillo para igualar la superficie.

Con ayuda de un cortapastas redondo vamos cortando los polvorones y los dejamos sobre una bandeja de horno con papel sulfurizado.
Una vez formados, los dejamos reposar una hora.

Precalentamos el horno, sólo grill, a 200ºC, introducimos la bandeja a una altura media-alta durante 15 minutos, mirando a menudo para que no se quemen.

Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla. Una vez fríos espolvoreamos abundantemente con azúcar glass.


Nos han parecido unos polvorones ligeros, deliciosos y altamente adictivos.

No os podemos decir cómo se conservan ya que no duraron más que una tarde, pero os los recomendamos porque su preparación es facilísima.



Comentábamos que en esas bandejas que preparamos en Navidad, también encontramos bombones.
Su, de webos fritos, tiene una entrada muy interesante que os dejamos aquí, sobre cómo hacerlos en casa.

Nosotras hemos seguido sus pasos; de hecho, ya los elaboramos el año pasado.
Utilizando un buen chocolate, son exquisitos.

INGREDIENTES:

- Lindt Creation Tiramisú (extra cremoso)
- Lindt Creation Strawberry (70% de cacao)
- Lindt Excellence Blanco Vainilla


ELABORACIÓN:

Fundimos el chocolate. Lo hicimos al baño maría poniendo 2/3 partes del chocolate. Cuando esté muy caliente, lo quitamos del baño maría y añadimos el tercio restante, dándole vueltas hasta fundirlo todo.
Con esta manera de fundir el chocolate se consigue más brillo en los bombones.

Vertemos el chocolate en los moldes, levantándolo y dejándolo caer para que no queden burbujas de aire.
Retiramos el exceso de chocolate con una espátula para que la base quede lisa.
Metemos al frigorífico hasta que el chocolate endurezca.

Desmoldamos y a disfrutar de nuestros bombones caseros.

¿Alguna vez os habéis planteado elaborar vuestros propios polvorones o bombones para Navidad?


 Que los disfrutéis.

lunes, 2 de diciembre de 2013

TARTA DE QUESO Y CHOCOLATE



Se dice que era uno de los postres favoritos de Sócrates, y coincidimos con el filósofo clásico: la tarta de queso es una de nuestras preferidas.

¿Quién se resiste al encanto de una tarta de queso?

Posiblemente sea en la repostería uno de los postres con más éxito y también uno de los más versionados.

Nosotras os traemos nuestra propia versión, que lleva chocolate blanco que le aporta una cremosidad extraordinaria y la hemos elaborado en el horno; es muy sencilla y estamos convencidas de que os va a gustar.


Vamos pues con la receta.

INGREDIENTES:

Para la base del molde

- 200 gr. de galletas speculoos en polvo
- 80 gr. de mantequilla fundida

Para el relleno

- 375 gr. de queso crema, tipo Philadelphia
- 125 gr. de azúcar
- 3 huevos
- 150 gr. de chocolate blanco de calidad (hemos utilizado kc chocolatier)

Para la cobertura

- 150 gr de chocolate negro
- 125 gr. de yogur natural


ELABORACIÓN:

En primer lugar, trituramos las galletas hasta hacerlas migas y con la mantequilla derretida las empapamos bien.
Repartimos la mezcla por toda la base del molde. Nosotras hemos utilizado un molde rectangular de 20 x 30, presionando bien para que quede compacto e igualado.
Llevamos el molde al frigorífico mientras preparamos el relleno.

En un bol, ponemos el queso y el azúcar y batimos con la batidora, integrando bien.
Agregamos los huevos, de uno en uno, y el chocolate blanco, que previamente habremos fundido.
Vertemos la mezcla sobre el molde y metemos al horno, precalentado a 180º C, durante 50 minutos.
Lo dejamos enfriar dentro del horno con la puerta entreabierta, durante 30 minutos, con la finalidad de que no se abombe ni se agriete.


Desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla, mientras preparamos la cobertura.
Derretimos el chocolate negro, añadimos el yogur y lo mezclamos muy bien.
Extendemos con ayuda de una espátula, uniformemente sobre el molde y espolvoreamos con virutas de chocolate.
Nosotras lo dejamos toda la noche en el frigorífico y al día siguiente lo servimos cortado en rectángulos.


Pensamos en servirlo con una bola de helado o con frutos rojos pero no hizo falta, es una tarta absolutamente deliciosa, cremosa, que tuvo un éxito arrollador.


Que la disfrutéis.