El "cannolo", en plural "cannoli", es un dulce típico de Sicilia de donde procede, en concreto de la zona de Palermo. Desde tiempo inmemorial está considerado como un dulce típico de carnaval, aunque actualmente se come durante todo el año.
Al principio se elaboraban para obsequiar en esos días de Carnaval, posiblemente como un símbolo de fertilidad. Se cree también en la región que, lo mismo que la Cassata, es herencia de la permanencia de los árabes en la isla.
Es tan popular en Sicilia que casi todas las pastelerías tienen bandejas llenas de cannoli a la venta.
También es muy popular en la cocina italiana en América. Allí hay numerosas versiones y adaptaciones de la receta original, debido a que los italianos que emigraron en los primeros años del siglo XX se encontraron con ciertas limitaciones a la hora de conseguir algunos ingredientes.
Consisten en una masa enrollada en forma de tubo y rellena con queso ricotta y otros ingredientes y aromatizantes. Originariamente la pasta se enrollaba alrededor de un trozo de caña y se freía con ella. Después se rellenaba. De ahí (caña en italiano es "canna") el nombre. Actualmente utilizamos unos prácticos tubos de repostería que facilitan enormemente la labor.
Algunas veces el queso ricotta se sustituye por mascarpone, aunque no es lo más habitual. Y se suele poner algún ingrediente en los extremos: mermelada, frutos secos...
En cuanto al tamaño, es muy variable y va desde los "cannulichi", no más grandes que un dedo, hasta proporciones más grandes: de 15 a 20 cm con un diámetro de 4 ó 5 cm.
Los cannoli se mencionan en la película "El Padrino". Y lo hace Clemenza, que es requerido por su mujer para que le traiga por encargo unos de una pastelería. Durante el viaje se comete un asesinato y, tras haberlo cometido antes de volver con su mujer, le dice al asesino: "Leave the gun. Take the cannoli" (Deja el arma, coge los cannoli).
Y en "El Padrino III" Connie asesina a Don Altobello con un cannoli envenenado.
También se nombran varias veces en "Los Soprano" donde sus personajes son italo-americanos, herederos de la cultura gastronómica de Italia.
Para elaborar estos cannoli hemos utilizado pasta "wonton", unas placas muy finas hechas con harina de trigo, agua y sal, que se utilizan mucho en la cocina china. La verdad es que facilitan muchísimo la elaboración de la receta.
Vamos con ella.
INGREDIENTES: para unos 15 ó 16 cannoli
- un paquete de pasta china (wonton)
- 250 ml de nata para montar
- 140 gr de chocolate blanco
- 75 gr de ricotta
- unas gotas de esencia de vainilla
- 1 huevo para pincelar
- azúcar glass para espolvorear
- mermelada o frutos secos para los extremos
ELABORACIÓN:
La noche anterior a la elaboración de la receta calentamos la nata y, cuando comience a hervir, le echamos el chocolate blanco troceado. Removemos bien hasta que se disuelva y consigamos una especie de salsa de chocolate ligera.
Guardamos en la nevera.
Al día siguiente elaboramos los cannoli: pintamos con huevo batido las dos puntas opuestas de la placa de pasta china y las unimos enrollándolas alrededor de un tubo de repostería. Freímos en abundante aceite caliente (nosotras utilizamos girasol) cuidando que no se arrebaten porque se hacen enseguida. En cuanto estén ligeramente dorados, se van sacando de la sartén y se ponen a escurrir en un plato sobre papel absorbente.
A continuación, y una vez que ya no están tan calientes y se pueden manipular (es cuestión de 2 ó 3 minutos), vamos sacándolos de los tubos, girándolos con cuidado.
Sacamos de la nevera la mezcla de nata y chocolate y la montamos con unas varillas hasta que quede una crema espesita y consistente. Después añadimos la ricotta, y la esencia de vainilla; mezclamos bien otra vez y metemos todo en una manga pastelera.
Si no tenemos manga, nos arreglamos con una bolsa de plástico.
Vamos rellenando los cannoli que ya estarán fríos. Y decoramos los extremos con mermelada o frutos secos en trocitos. Nosotros utilizamos una maravillosa mermelada de higos que trajimos del Jerte.
Por último, espolvoreamos con azúcar glass.
Es conveniente rellenarlos en el último momento: el cannolo queda muy crujiente pero con el paso del tiempo, y más si está en contacto con algo húmedo (en este caso el relleno), va perdiendo ese puntito crujiente y se apelmaza enseguida.
Así que ya sabéis: hacer y comer rápido.
Que los disfrutéis.
Con esta receta participamos en el sorteo de Esmeralda del blog Recelandia.
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Por último, queremos compartir unas fotografías que hemos hecho estos días y que demuestran que, aunque tarde, la primavera se va asentando por el norte..., al fin.
Esperamos que os gusten.