Granada, situada a los pies de Sierra Nevada, es todo, museos, es historia viva, arquitectura, flamenco, montaña nevada, valles verdes y playas, todo en un mismo lugar.
Como bien es sabido, la ciudad es conocida mundialmente por su monumento más prestigioso, la Alhambra, pero su riqueza histórica, cultural, artística y patrimonial va mucho más allá.
Visito Granada, desde hace muchos años y cada vez descubro nuevos rincones, es un lugar muy especial no solmente por sus edificios, sus sitios relajantes...sino también por su cocina.
Aprovechando que ha sido hace muy poquito el día mundial de la tapa, aquí os dejamos nuestro pequeño homenaje a este evento gastronómico.
En esta entrada queremos compartir una ruta de tapas, quienes disfrutamos de esta ciudad nos vemos envueltos por el embrujo de esta forma de degustar la oferta gastronómica.
El tapeo es una de las mejores formas de conocer Granada, ir de "bar en bar" probando sus especialidades, callejeando...es saborear la ciudad y hacerse granadino por momentos.
La calle de tapeo por excelencia en Granada es la famosa calle Navas, pero ésta la vamos a dejar para otra ocasión, proponemos otro recorrido.
Iniciamos nuestro tapeo por el Bar Restaurante Los Manueles, en Granada desde 1917, uno de los lugares con más solera, situado en Plaza Nueva.
No os perdáis sus típicas croquetas que le dan fama...las acompañan con escarola.
También muy recomendables, las migas, abundantes y gustosas.
En la Glorieta Europa, Bar Alambique, especialidad en cocina de autor con raíces vascas, donde pudimos degustar unas croquetas de morcilla exquisitas y donde preparan las mejores hamburguesas de buey.
La Cueva, tiene varios locales donde poder degustar excelentes productos de cerdo. El local está lleno de jamones y al pedir una cerveza o vino se acompaña de una tapa de rico embutido servido sobre papel de estraza.
Un placer a un precio más que asequible.
Bar Aliatar, en la calle San Sebastián, 4, legendaria bocadillería desde 1947 en Granada.
Destacar los bocadillos fabulosos que probamos con pan hecho por ellos mismos, de alcachofas con anchoas, el perrito (con salchichas de tripa natural), de riquísimo jamón serrano, y el más solicitado por los granadinos, el San Francisco, con lomo y ensalada.
Y después de tapear, tradición desde que visito Granada es el paseo hasta la heladería "Los Italianos", se inauguró en 1936, su fórmula artesanal nos tiene embelesados.
La cassatra y la horchata son sus productos estrella, insuperables, un placer que no os podéis perder justo enfrente de la Catedral.
No podemos irnos de esta hermosa ciudad sin visitar, en Santa Fé, un lugar histórico, Casa Isla, donde se inventó el pionono, pastel más famoso en Granada.
Su origen se remonta al año 1897 cuando Ceferino Isla abrió su propio obrador de pastelería, muy devoto de la Virgen de las Angustias, patrona de la ciudad, quiso rendir homenaje al Papa Pio IX (Pío Nono) de aquí el nombre de este delicioso dulce.
Es un pastel de bocado, sumamente mojado, nada empalagoso y con una extraordinaria textura.
Y qué mejor que terminar esta entrada con Federico García Lorca y su poesía a esta joya mora, Granada:
"Granada, calle de Elvira,
donde viven las manolas,
las que se van a la Alhambra,
las tres y las cuatro solas.
Una vestida de verde,
otra de malva, y la otra,
un corselete escocés
con cintas hasta la cola.
(...)
Nadie va con ellas, nadie;
dos garzas y una paloma.
Pero en el mundo hay galanes
que se tapan con las hojas.
La catedral ha dejado
bronces que la brisa toma;
El Genil duerme a bueyes
y el Dauro a mariposas."
¿Qué os parece si nos vamos de tapas por Granada?
Piedi