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lunes, 17 de marzo de 2014

PASTEL DE MANDARINAS Y FRUTOS SECOS


Aprovechando que continuamos en plena temporada de naranjas y mandarinas, volvemos a traer al blog una tarta con uno de estos cítricos, en este caso con mandarinas.

Antes de la receta, unos apuntes sobre esta fruta.

La mandarina es originaria de las zonas tropicales de Asia. Se cree que su nombre se debe al color de los trajes que utilizaban los mandarines, gobernantes de la antigua China. Se introdujo en Europa en el siglo XIX.

Tienen mucha vitamina C, flavonoides y aceites esenciales.

Es menos ácida y más dulce que las naranjas, por regla general.


La tarta resulta muy jugosa, dulce y aromática. Y el contraste de la fruta con los frutos secos hace de este pastel un bocado delicioso.

Si queréis, podéis sustituir las mandarinas por naranjas e incluso, poner una capa de rodajas confitadas de cualquiera de estos dos cítricos encima del bizcocho, como hemos visto en algún blog. De esta forma, gana en jugosidad y aroma.


INGREDIENTES:

- 150 grs de harina
- 50 grs de almendra molida
- 170 grs de mantequilla
- 3 huevos
- 120 grs de azúcar moreno
- 1 cucharadita de Royal
- 1/2 cucharadita de bicarbonato
- ralladura de naranja
- 2 o 3 mandarinas (depende del tamaño)
- avellanas y almendras picadas
- caramelo líquido


ELABORACIÓN:

Hacemos un caramelo con azúcar y unas gotas de limón y cubrimos el fondo y los laterales de un molde redondo. Cortamos en rodajas las mandarinas y las vamos colocando irregularmente sobre la base del molde, encima del caramelo. Reservamos.

Precalentamos el horno a 170º.

En un bol, batimos la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar. Vamos añadiendo los huevos, uno a uno y seguimos batiendo hasta que se integren.

A continuación, añadimos la harina tamizada, la almendra molida, el Royal y el bicarbonato. Rallamos la piel de la naranja y la unimos a la mezcla.

Removemos bien todo, procurando no batir.

Vertemos la mezcla en el molde, sobre el caramelo y las rodajas de mandarina.

Horneamos unos 40 minutos o hasta que al pinchar con una aguja o brocheta, ésta salga seca. Si veis que se tuesta demasiado, poned papel de aluminio encima.


Debemos desmoldar el pastel mientras está caliente ya que, si dejamos que se enfríe, el caramelo se endurece y no dejaría desprenderse a la tarta.

Dejamos enfriar y, en el momento de servir, colocamos en la superficie trocitos de almendras y avellanas picadas.


Esperamos que os guste.